No hace falta que diga que Flor no paró de sonreír en todo el día, ni decir que no hay nadie en el mundo que la mire como Lalo. Tienen esa conexión silenciosa que hace evidente que juntos serán un gran equipo para recorrer el camino más emocionante de la vida.

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Su boda fue reencuentro con familia y amigos más cercanos; celebraron una fiesta cuidando cada detalle y muy muy divertida, como son ellos. Nunca olvidaré la forma tan especial en la que Paula se alegraba y emocionaba al ver a su hermana tan bonita y feliz, vestida de novia.

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Gracias por confiar en mi y por dejarme acompañarlos de una manera tan cercana en su día. ¡Les deseo que ese amor lleno de tanta ilusión siga vivo siempre!

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