Ellos son de esas parejas que llevan tantos años juntos, que con una mirada se dicen absolutamente todo. Y es que a lo largo de diez años siendo equipo, han crecido, reído, llorado y superado cada etapa juntos. Y yo he tenido la suerte de acompañarlos todo este tiempo y verlos luchar juntos por conquistar sus sueños; apoyándose siempre.
El pasado sábado fue su boda civil, y yo no podía estar más feliz de poder robármelos unos minutos antes y poderlos retratar así como son ahora, con esa ilusión que los desborda por esta nueva aventura que están escribiendo. Para que estas fotos les sirvieran siempre como recordatorio de que con actitud, coraje y corazón se escriben las mejores historias y se deja huella en el mundo.
Gracias por tantos años de amistad, por todas las risas compartidas y por confiar en mí. Los quiero mucho y les deseo toda la felicidad del mundo.